El año 1984, a iniciativa del Gobierno de Aragón [1] siendo
consejero de Economía el Excmo
El año 1984, a iniciativa del
Gobierno de Aragón siendo consejero de Economía el Excmo. Sr. Don
José Antonio Biescas Ferrer, comenzó a publicarse la “Biblioteca de Economistas Aragoneses”. Tras la edición de un volumen con tres obras de
Lorenzo Normante y del
Discurso Instructivo de
Antonio Arteta de Monteseguro, la colección no se retomó hasta 10 años después bajo la dirección científica de
Ernest Lluch,
Eloy Fernández Clemente y
Alfonso Sánchez Hormigo, y con el apoyo del Gobierno de Aragón –y especialmente de su presidente, el Excmo. Sr. Don
Santiago Lanzuela Marina– y del
Instituto Aragonés de Fomento.
En esta segunda etapa, con la colaboración de la
Institución «Fernando el Católico», se publicaron las
Memorias de
Eugenio Larruga (en XV tomos y fuera de colección), las
Reflexiones políticas y económicas de
Miguel Dámaso Generés, los papeles del conde
Juan Amor de Soria Aragonesismo Austracista (edición póstuma a cargo de Ernest Lluch),
Vicios de la contribución directa de
José Duaso y
Agravios de
Antonio Plana.
A partir del año 2003, la “Biblioteca” inició una nueva etapa al sumar el apoyo de la
Universidad de Zaragoza, e integrándose en la colección “
Larumbe Clásicos Aragoneses” editada por las
Prensas Universitarias de Zaragoza. El primero de los volúmenes aparecido ese año fue el de los
Escritos de
Manuel Sánchez Sarto. El siguiente y último título editado es el
Informe sobre las fábricas e industria de España y otros escritos económicos de
Juan Polo y Catalina.
Este último volumen es, sin duda, un volumen especial, pues los responsables del comité científico de la “Biblioteca”, así como las instituciones responsables de su edición, han decidido perpetuar el recuerdo de quien fue su principal impulsor. Así, el conjunto de ediciones sobre historia del pensamiento económico aragonés que se integrarán en esta serie de la colección de clásicos Larumbe recibirá el nombre de “
Biblioteca Ernest Lluch de Economistas Aragoneses”.
Eloy Fernández Clemente y Alfonso Sánchez Hormigo